Septiembre 24, 2018 10:26 am

«Cómo es la Fertilización in Vitro en la ganadería?»… por el Med. Vet. Andrés Tríbulo

Por Ganados y Carnes
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La producción de embriones in vitro (PIV), muchas veces llamado “fertilización in vitro” es una biotecnología que incluye el proceso de colección y maduración de la células germinales femeninas (ovocitos) in vitro, fertilización de ovocitos in vitro (FIV) con semen convencional o sexado y cultivo de embriones en el laboratorio. Generalmente estos tres procesos son conducidos en forma secuencial para la producción de embriones in vitro.

El esfuerzo científico para desarrollar la técnica de fertilización in vitro en bovinos se inició hace más de 40 años, y resultó en el nacimiento del primer ternero producto de FIV en 1981 luego de transferir un embrión de 4 células en el oviducto de una vaca receptora.

En 1987 nació el primer ternero nacido de producción in vitro, es decir maduración de ovocito in vitro, fertilización in vitro y cultivo in vitro hasta el estadio de desarrollo de mórula y blastocito. La implementación de fertilización in vitro ha crecido rápidamente a partir del 2000, principalmente debido al desarrollo de producciones de gran escala en Brasil.

La implementación de esta biotecnología, aún en desarrollo, permite aumentar la producción general de embriones bovinos ya que las vacas donantes pueden ser aspiradas para obtener ovocitos con mayor frecuencia. La colecta de ovocitos para PIV se puede realizar cada 15 días mientras que la colecta tradicional de embriones se realiza cada 45 días.

La producción de embriones in vitro, aumentó entre el 2014 y 2015, como lo viene haciendo desde el año 2000. Sudamérica es la principal región que produce embriones in vitro, exactamente en esta región se produjo el 60% del total de embriones producidos in vitro en todo el mundo en los años 2014 y 2015.

La situación varía entre los países sudamericanos, por ejemplo, en Brasil y Colombia el número de laboratorios de PIV es estable o está disminuyendo, mientras que lo opuesto sucede en Paraguay y Argentina donde recientemente se ha comenzado a extender el uso de esta biotecnología.

La técnica es muy promisora ya que permite producción de embriones de hembras de alto valor genético acortando el intervalo generacional, porque se pueden obtener ovocitos de animales muy jóvenes, como así también de hembras preñadas o donantes que no responden a los tratamientos hormonales para la produccion tradicional.

Además, permite un uso más eficiente de semen sexado, y también minimiza la utilización de estimulos con hormonas. Sin embargo, todavía hay mucho margen para mejorar la eficiencia de esta técnica.

Una de las limitantes de su aplicación es la baja resistencia de los embriones productos de PIV a la criopreservación, lo que resulta en una logística compleja para contar siempre con suficiente receptoras al momento que se producen los embriones. Sin embargo varios grupos de investigación (en nuestro país y otros) están desarrollando métodos de vitrificación (congelado ultra rápido) con resultados satisfactorios.

La tendencia actual de algunos productores es combinar la técnica tradicional de superovulación con la PIV, mientras que otros prefieren ir reemplazando la producción de embriones in vivo por esta técnica en la cual los embriones se desarrollan hasta el estadio de blastocito en una incubadora.

 

Para que esto suceda la eficiencia de la técnica debe seguir mejorando a través de la optimización de las condiciones de cultivo, lo cual disminuiría los costos operativos, y mejorara la calidad de los embriones, y consecuentemente de los fetos y terneros.

Por Andrés Tríbulo - IRAC-Biogen

 

 

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