ENGORDE. Si bien, por una cuestión estacional, los «feedlots» comenzarán a vaciarse, los precios de los animales livianos se mantendrían durante los próximos meses. (Tomy Fragueiro)
Con el dólar estabilizado en una franja que, en principio, oscilaría entre 55 y 60 pesos, los efectos de la devaluación comienzan a generar reacciones en los mercados ganaderos.
Las primeras en sentir los efectos de la disparada del tipo de cambio fueron las vacas, debido a su protagonismo exportador a China, con mejoras iniciales superiores al 12 por ciento en el valor del kilo vivo. Con una menor aceleración también respondieron los novillos, que integran los lotes del consumo definido y los que conforman los embarques hacia otros destinos, con incrementos de precios entre cinco y 10 por ciento.
El Mercado de Liniers también fue escenario del impacto de la corrida. Durante la semana pasada, el índice general en esta plaza concentradora alcanzó un promedio de 62,561 pesos, lo que en términos interanuales representa un aumento del 72,5 por ciento.
En La Rural de Jesús María, el remate semanal mostró una mejora mayor en el valor de las categorías de consumo, y no así en la invernada que el lunes 12 de agosto (el primer día después de las elecciones primarias) había sorprendido con un valor para los terneros de 73,50 pesos el kilo en pie. “El criador es el eslabón más retrasado por el lado del ternero, aunque mejora sus números con la venta de la vaca”, explicó Federico Santángelo, integrante de la consultora Agroideas.
La devaluación, mientras tanto, le otorga a los frigoríficos exportadores un mayor poder compra para ir sobre los novillos, en la medida de que la falta de hembras les impida conformar las tropas para la faena con destino a China.
“Este sería el mecanismo a través del cual podría extenderse la suba del valor de la vaca a otras categorías. Aunque con un límite fuerte: China no quiere grasa, es decir no sirven los animales que vienen de feedlot”, observó Miguel Jairala, economista del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA).
En la última semana, la cotización en dólares del novillo argentino de exportación retrocedió 16 por ciento, lo que lo ubica en el más competitivo de la región.
Eslabones domésticos
Por el lado de las categorías para el consumo interno, su comportamiento de precios hasta antes de la devaluación había sido moderado. A la fuerte suba de comienzo de año sólo le había adicionado en el los últimos meses un reajuste del orden del cinco por ciento, destacó Santángelo. Todo en un contexto de consumo interno reprimido.
Desde el Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan) sostienen que el precio de la hacienda en los últimos meses ha estado perdiendo contra inflación, lo que ha generado márgenes muy ajustados en los eslabones de la cadena, en especial para la cría con un precio del ternero sumamente retrasado.
La foto muestra a un criador que ya vendió la mayoría de los terneros de la zafra 2018/2019.
“Es probable que reciba por el ternero un precio actualizado por inflación, pero desvalorizado en dólares respecto a 2017 y 2018”, sostuvo Jairala.
En los feedlots, por su parte, también esperan que el dólar se estabilice para ver cómo quedan los números del negocio.
“En principio, los cambios devaluatorios afectaron al feedlot, porque el animal que se termina en sus instalaciones, que en su mayoría es para el mercado interno, sube menos que el dólar y uno de sus principales insumos que es el maíz copia en forma directa la revalorización del tipo de cambio”, indicó Fernando Gil, socio de Santángelo en la consultora Agroideas.
Bajo estas condiciones, hoy hay empresas de engorde intensivo con márgenes muy ajustados e incluso algunas con resultados en rojo. “En especial las que compran tanto el alimento como la reposición”, agregó es consultor.
A principios de mes, el nivel de ocupación de los corrales que releva la Cámara Argentina de Feedlots era del 64 por ciento, un indicador que interrumpió cuatro meses de suba consecutiva.
“Esto también se debe a una cuestión estacional; para está época del año los engordes comienzan a vaciarse”, destacó Gil.
¿Hasta cuándo puede durar esta situación de márgenes estrechos en el feedlots?
“Este ciclo de engorde está jugado, se gana o se pierde en función del precio del gordo en el último trimestre, para lo cual el mercado interno no da muchas esperanzas”, admitió Jairala. Gil, por su parte, sostiene que hay que esperar un par de meses para ver cómo evoluciona el precio del gordo, que hoy tiene el techo impuesto por la caída en el poder adquisitivo de la población.