Toro criollo de INTA Leales de Tucuman gran Campeon de la raza Bovino Criollo en Palermo
Se trata del promer ejemplar de la especie sin cuernos presentado en la rural de Palermo en la ciudad de Buenos Aires
INTA LEALES
El plantel de ganado bovino CRIOLLO existente en el INTA de Leales (Tucumán) se formó en el año 1959. Sus orígenes fueron animales introducidos del Chaco Salteño, de diferentes localidades, que posteriormente se fue enriqueciendo con la incorporación de animales de otros lugares del país. Estas introducciones tienen como objetivo conservar la mayor riqueza genética posible evitando niveles excesivos de consanguinidad en el rodeo.
Actualmente, el plantel esta compuesto por 90-100 vientres y 10 toros adultos. La cría se realiza totalmente a campo, con una alimentación basada únicamente en el uso de gramíneas perennes de crecimiento estival (C4). Por lo tanto, la alimentación invernal se basa en el consumo de forrajes diferidos de baja calidad. Solamente las terneras de destete reciben, durante el primer invierno una suplementación equivalente al 0,5% de su peso corporal.
El servicio se realiza a campo, en lotes de 30-35 vientres y 1 toro. Se emplean tres toros por años, teniendo en cuenta el grado de parentesco entre los animales. El entore se realiza en los meses de Diciembre, Enero y Febrero. El destete en Mayo. La vaquillona recibe su primer servicio a los 27 meses. Las crías se identifican y pesan al nacimiento y al destete.
El ganado bovino Criollo de la República
Argentina, tiene su origen en los descendientes de
los primeros bovinos ibéricos traídos por los
españoles. Cuando América fue descubierta no
existían bovinos en estas tierras, convirtiendo a
sus descendientes en los primeros bovinos
americanos.
Desde su llegada estos animales sufrieron las
modificaciones impresas por el medio ambiente en
las regiones que vivieron, dando origen a nuestros
“bovinos criollos”. (Tagle e Inchausti, 1946).
En la actualidad podemos encontrar animales
Criollos en distintas regiones de la Argentina,
desde Jujuy hasta el Glaciar Perito Moreno. Los
distintos ambientes del país marcaron a fuego una
de las principales características de estos bovinos,
“la adaptación”.