Ganadería Argentina Liberada, un poco de historia y la mirada hacia el futuro: «La Ganadería Argentina ahora es un Negocio en Dólares»

El pasado 25 de febrero de 2025 fue publicado el decreto 133/25 con la firma del Presidente Javier Milei y el Ministro de Economía Luis Caputto.
https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/321883/20250226
Lo principal que viene a hacer este decreto es a terminar con una prohibición histórica, el artículo 1° del Decreto Nº 322/73 prohíbe la exportación de ganado vacuno en pie cuyo destino final sea la faena para consumo.
Las consecuencias de medidas como esta, han impactado directamente en la realidad de la ganadería argentina, más allá de que algunos empresarios podrían exportar carne y los productores no podían exportar ganado en pie, algunos dicen que si estaba abierta la exportación de ganado de reposición, pero, la realidad que los hechos no indican lo mismo, hubo nulas exportaciones de carne salvo un hecho aislado de 1500 cabezas que fueron a completar un embarque en Uruguay hace ya unos 10 años.
La historia nos indica que la Carne Vacuna Argentina ha sido foco de múltiples medidas que han provocado desorden y desazón en los productores argentinos.
Rememorando la historia quien patrocinó este decreto en 1973, Juan Domingo Perón, aunque la autoría fue de Hector José Cámpora, también el General, había dicho que la Argentina debía tener un Stock Bovino de 100 millones de cabezas, cosa que cada vez que la cadena de Ganados y Carnes Argentina tuvo la oportunidad de exportar más, sistematicamente no se le permitió a la cadena hacerlo y por eso hoy tenemos una población Bovina equivalente al 50 % del deseo del General.
Algunos recuerdan que en tiempos de Nestor Kirchner se exportaron ganado lechero, raza Holando Argentino hacia Venezuela, si claro, la exportación de animales con destino a genética no estaba prohibida, exportamos reproductores a todas partes del planeta, sólo la exportación de ganado para faena de consumo.
Pero haciendo un resumen para recordar porque en la Argentina flota la añoranza que todo pasado fue mejor, agradeciendo a la gran memoria de Juan Pablo De Pablo, vamos a poner un poco de contexto, para comprender el texto…
El pasado 12 de febrero, en diario la Nación Juan Pablo De Pablo nos contaba:
Perón vedó el consumo de carne vacuna algunos viernes, cuando la enorme mayoría de los hogares no tenía heladera;
a Krieger Vasena le vino muy bien que los ingleses –una vez más– descubrieran aftosa en la carne argentina porque la necesidad de vender exclusivamente en el mercado interno bajó de manera sustancial “la tasa de inflación” y
Martínez de Hoz inventó el índice de precios al consumidor “descarnado”, cuando el precio de la carne aumentó mucho más que el nivel general de los precios, allá por agosto o septiembre de 1979.
Sigo: Mazzorín importó decenas de miles de toneladas de pollo para enfrentar el aumento del precio relativo de la carne vacuna, durante el plan Austral, y
Néstor Kirchner y Moreno prohibieron la exportación de carne vacuna, no solamente desembarcando contenedores listos para zarpar, sino negándose a poder seguir vendiendo en el exterior cortes que no tienen demanda interna.
A la luz de esto sorprendería gratamente que las actuales autoridades no repitieran horrores como esos.
El episodio Martínez de Hoz fue estacional, el de Mazzorín se había solucionado mucho antes de que llegaran los primeros pollos importados. ¿Por qué intervinieron? Porque las políticas económicas de entonces indexaban o mantenían metas nominales (tipo de cambio, precios, tarifas, etc.).
Agregando la historia reciente, bajo el argumento de Bienes Culturales durante el Gobierno de Alberto Fernandez se prohibieron exportaciones parciales y se hicieron 7 cortes prohibidos que mantuvo vigente hasta último momento el ex Ministro Sergio Tomas Massa.
La consecuencia directa ha sido la falta de incentivos para aumentar el stock y aumentar la producción individual del rodeo argentino, entonces todo lo que se buscó proteger, La Mesa de los Argentinos, con todas estas medidas SOLO SE DESPROTEGIÓ a los Argentinos y Argentinas, la consecuencia es que se produce menos carne por habitante y por año.
Ganaderos con Síndrome de Estocolmo
Durante toda la semana fui sorprendido por consultas de ganaderos sobre qué consecuencias tendría para la ganadería esta apertura, bajo la interpretación que esta medida no sólo era una señal positiva para el sector, sino que iba a perjudicarlos directamente.
Esta reacción era esperable de aquellos que se encontraban contando el beneficio de poder gozar de la libertad de ser los únicos que podían comprar ganado para faena con destino a exportación o consumo interno, sigo sorprendido que haya habido dudas en productores y consignatarios sobre que esto era una medida positiva para el sector.
Sólo me lo puedo explicar por el Síndrome de Estocolmo, como llevamos más de 50 años encerrados por las políticas públicas, cuando estas cambian generan incertidumbre y dudas, parecido a un ave que fue capturada, aprendió a comer en la jaula, disponía siempre de agua, pero, cuando es liberada no sabe donde proveerse de agua y comida.
La industria frigorífica pidió reciprocidad, o sea, poder importar ganado para faenar, lo raro es que esto no estaba prohibido, como tampoco estaba prohibido importar cortes desde otro país para abastecer a los argentinos y argentinas, a claro, sufriría la misma prohibición de hecho que de derecho, o sea dependía de algún funcionario de turno que autorizara.
La Ganadería pasó de Pesos a Dólares
Hace pocos días tenía esta discusión con un amigo en Salta, ahora las vacas valen en dólares pero el negocio sigue siendo en pesos, el actual decreto da la posibilidad de poder tener un libre mercado y ofrecimientos de ganado en pie para exportación que será en dólares, entonce lo primero que ha sucedido es que LA GANADERÍA ARGENTINA DEJO DE SER UN NEGOCIO EN PESOS.
De este modo un ternero/novillito pasó de un sólo paso a ser como una tonelada de soja, poder tener cotizaciones futuras fluidas, había pero no había operadores, generar nuevos puestos de trabajo, las casas consignatarias deberán crear su departamento comercio exterior, la ganadería argentina tiene todo para crecer, sólo faltaría que se quiten los DEX a la categoría novillos, como detalle.
Durante los últimos meses los ganaderos argentinos no tenían ningún incentivo para aumentar la producción, ahora nada mejor que el dicho, Ganaderos a las Cosas.
Su producción dependía de la capacidad del salario argentino, aumentando la producción sólo habría un escenario de bajos precios del ganado y quebrantos entre los ganaderos con cambios en la política económica.
Con este decreto, en mediano plazo aparecerá el financiamiento en dólares con garantía de semovientes o medias reses, herramientas que en otros países que compiten con la Argentina son comunes y que en la Argentina aparecen como imposibles de conseguir.
Obviamente, esto no es instantáneo, se necesitan volver a crear las estructura que durante 50 años se destruyeron, se deberán construir los lazos comerciales, pero claramente es una gran posibilidad, sin la amenaza de que aumentando la producción no habría compradores suficientes para tomar ese aumento de la producción.
El camino está claro, aumentar la eficiencia productiva del stock en la primera fase, aumentar el stock en la segunda fase, todo esto puede suceder si se asegura que estas medidas no vuelvan, esto solo depende del mismo sector que en su momento dejó que la política pública ponga límites a los ganaderos y ganaderas, que en realidad pone límites a la Argentina.
Los ganaderos argentinos saben lo que tienen que hacer, solo necesitan tener la expectativa que esto llegó para quedarse y que las reglas de juego no se cambiarán entre gallos y media noche.
Los frigoríficos van a tener mayor oferta de ganado para ambos mercados, consumo y exportación, esto será un antes y un después en el Uruguay, porque no será un antes y un después en la Argentina, sólo depende de los Argentinos y Argentinas.
Con mayor competencia tanto la genética argentina como los manejos que hacen los expertos ganaderos ahora tendrán sus frutos.
Los comercializadores de ganado deberán adecuar sus estructura a un nuevo negocio, y ahora empezar a pensar, también, en operaciones con el exterior o con exportadores que se dedicarán sólo a esta parte del negocio.
Ganaderos a las Cosas, se limpió el horizonte, llegó la hora de ensillar y partir, ya hay claridad para continuar la marcha.
Ing. Andrés Costamagna para:
ganadosycarnes.com
sembrandonoticias.com
purocampo.com.py