«La grieta ganadera» por el Ing. Andrés Costamagna

Gran debilidad en la economía Argentina, las devaluaciones semanales que sufre el peso afectan las relaciones de precios internos, donde tenemos grandes ganadores en sectores concentrados.
La política económica del Gobierno no ha podido cumplir con las promesas de campaña conteniendo la inflación, pero viene intentando tener control del gasto público, lo que implica que cada argentino debe pagar más por los servicios que recibe sin que aumenten sus ingresos.
El Presidente nos informó hace unos días que el mundo no está dispuesto a financiar más a la Argentina, por lo que todos debemos poner el hombro para salir adelante, pero el Gobierno no interviene porque estas son las reglas del juego, según el Ministro Etchevere.
Balanza comercial en desequilibrio, las importaciones parecen ser el camino para cubrir la demanda de algunos productos, hoy tenemos yogures Uruguayos en las góndolas con leche que se pagó un 50 % más que la que cobran los tamberos argentinos, pero las empresas lácteas argentinas dicen que les conviene más producirlo en Uruguay.
Producir proteína animal en la Argentina se vuelve dificultoso, el límite la capacidad de pago del consumo interno que impide actualizar los precios, al menos al nivel de la inflación, hay que tener en cuenta que las paritarias actuales no cubren el aumento de la inflación que el Gobierno ya visualiza por encima de su compromiso con el FMI.
Los productores con dificultades, los industriales exportadores con grandes rentabilidades, en Argentina tendremos ganadores y perdedores.
Producción de cerdos, aves, huevos o leche se encuentra con números que para salir empatados exigen alta eficiencia, muchas veces para lograr esta performance se necesitan inversiones, el crédito a tasas razonables desaparecieron por efecto de las LEBAC.
Los criadores argentinos más ineficientes tienen el mismo retorno por su trabajo que aquellos que tienen mejores números productivos.
La Causa, vacas descarte tienen valores sostenidos por la demanda para el mercado Chino, quebrando las relaciones históricas.
La industria frigorífica busca integrar consumo interno con exportaciones, los mejores retornos los tienen con envíos a Chile y China, Rusia como alternativa al gigante asiático.
Dificultades con CUOTA 481 por sobre cumplimiento y Hilton en valores poco interesantes (11.000 dólares), hacen que el mercado interno siga siendo un sostén importante de las ventas, ya faenamos 700.000 cabezas más que en 2017.-
La industria se escuda en el pasado, las pérdidas de los años con cierre de exportaciones deben ser recuperadas. China devalúa y los valores FOB bajan, pero Argentina compensa devaluando un 10 % adicional.
El Criador sin incentivo para mejorar, seguramente ante una vaca o vaquillona que vale 2 terneros optará por liquidar stock para sostener su economía, la demanda presionará sobre estas categorías para aumentar el volumen de exportación.
La Ganadería Vacuna Argentina debe simplificarse para atender la demanda local y la demanda externa, para ello debe producir en su mayoría un Novillo que no supere los 2 años de edad y alcance los 450 kilos.
Mercado interno sostenido y exportaciones en alzas, cuando los campos recuperen las pasturas habrá tensiones de mercado, comenzará a retenerse animales que presionarán a la suba los precios.
LA GRIETA ENTRE CRIADORES, INVERNADORES, ENGORDES A CORRAL E INDUSTRIA FRIGORÍFICA SE PROFUNDIZAN, EN 2019 TENDREMOS GRANDES DIFERENCIAS ENTRE LOS ESLABONES DE LA CADENA VACUNA.
Ing. Andrés Costamagna – G&C
