La Sociedad Rural de Jesús María, en representación de los productores agropecuarios de la región, expresa su profundo rechazo al reciente aumento en la contribución obligatoria por cada animal enviado a faena.
Asimismo, solicita la derogación de la Ley 25.507 que da conformación al IPCVA (Instituto para la Promoción de la Carne Vacuna Argentina) y le habilita fijar los valores de este impuesto extractivo para la producción primara de hacienda.
Es más, queremos recordar que desde la promulgación de la mencionada Ley en el año 2001, hemos sido testigos de un continuo fracaso en sus objetivos principales, que eran mejorar la competitividad de las empresas ganaderas, fomentar el consumo interno y promover la exportación de carne vacuna. Nada de ello sucedió en beneficio del conjunto.
En lugar de estimular el desarrollo sostenible del sector ganadero, este impuesto se suma a la larga lista de la excesiva carga que sufren todos los argentinos en cada ámbito en el cual se desenvuelven.
El aumento que implica esta contribución obligatoria sólo agrega un costo adicional para los productores, afectando negativamente la rentabilidad, la viabilidad de sus explotaciones y, como último, castiga la mesa de todos los argentinos.
En este sentido, instamos a las autoridades institucionales y legislativas a trabajar en la extinción de esta medida y, en conjunto con el sector agropecuario, encontrar soluciones que impulsen realmente el crecimiento y la eficiencia productiva; en lugar de hacer con ello un circo mediático con gastos innecesarios y beneficios sólo para un sector minoritario de nuestra actividad.
Desde la Sociedad Rural de Jesús María reafirmamos nuestro compromiso con el desarrollo sustentable pecuario y una vez más nos ponemos a disposición para un diálogo constructivo que incluya a todos los actores involucrados.